Dar la teta es mucho más que alimentar

El ser humano necesita contacto y afecto para vivir. En el acto de amamantar, el cariño y el amor de la madre viene además acompañado de la leche materna, que es un tejido vivo con propiedades inmunológicas

Sin horario. Si el  bebé está desarrollando un proceso fisiológico esperable y a los 20 días ya superó el peso que tenía cuando nació se recomienda darle de comer cuando quiera. No es necesario esperar a que llore. El niño suele pedir la comida haciendo pequeños ruidos. Una vez que empieza el llanto es porque estuvo reclamando durante un rato.

Recién en el cuarto mes es cuando el bebé empieza a generar insulina y puede estar algún tiempo en ayunas. En el caso que el bebé no esté engordando lo suficiente es necesario despertarlo para que coma (y seguir los consejos del pediatra). Si viene aumentando de peso según lo indicado por el médico, se puede esperar a que se despierte solo para darle de comer.  

Una teta a la vez. Siempre hay que darle de tomar de una teta por vez. La primera leche es muy aguada y después de un rato baja la segunda leche, que tiene más contenido de grasa. Por eso, es importante dar la leche sin límite de tiempo. En la siguiente tomada se le ofrecerá la otra.  

La alimentación de la mamá. Durante la lactancia materna, la mamá puede comer lo que desee. Lo único que debe evitar es el alcohol porque esta sustancia penetra el torrente sanguíneo y llega a la leche que toma el bebé. En cuanto a los medicamentos, hay pocos totalmente contraindicados pero lo que no puede hacer la madre es automedicarse. Ni con un analgésico. Siempre debe consultar al pediatra. 

La vuelta al trabajo. Recomiendo volver al trabajo una vez que el bebé tiene seis meses ya que es en ese momento cuando la lactancia materna es más espaciada y la mujer está más repuesta para volver. Lo ideal es que la mujer se extraiga la leche ya sea en su casa o en el ámbito laboral a un ritmo similar al que darían de mamar. Esto es necesario para seguir estimulando la glándula mamaria. Estas extracciones deben ser almacenadas en recipientes aptos y refrigerados. Si esto no fuera posible, lamentablemente la mujer deberá desechar la leche que se extraiga.

Es recomendable que la mujer inicie este proceso un mes antes de volver a su trabajo. Así podrá generar un stock en su heladera que le permitirá volver con tranquilidad a sus tareas laborales. Por otro lado, es importante  comenzar la extracción sabiendo que es una destreza que va mejorando con la práctica. Al principio es normal y esperable obtener cantidades pequeñas. 

Consejos para congelar y descongelar la leche materna. Luego de realizada la extracción es muy importante que la leche sea almacenada en recipientes aptos para contener alimentos, con tapa. El vidrio es ideal. En la heladera se puede conservar 24 horas (no en la puerta); en el congelador, hasta 15 días; y en el freezer, de tres a seis meses. Es clave rotular siempre el envase antes de congelarlo para usar primero la leche de mayor antigüedad.

Para descongelar la leche hay que pasarla del freezer a la heladera unas horas antes de su utilización. Luego hay que poner el pack contenedor debajo del agua caliente o en un recipiente con agua caliente. La leche humana no debe descongelarse a baño maría, con fuego directo ni en el microondas ya que de estas formas no se descongela de manera pareja y además se pueden destruir sus propiedades. La leche materna no necesita ser calentada luego de que se la descongela ya que se ofrece a temperatura ambiente.

Mantenimiento de la lactancia. El proceso de empezar a dejar la lactancia materna se inicia cuando se incorporan los alimentos semi-sólidos y es paulatino. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.

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