Historias de maternidad I: ir al supermercado con hijos pequeños.

⁣Salgo con mi hijo menor, que en aquel entonces tenía unos tres años, a un hipermercado. Ilusamente lo subo al carrito y se quiere bajar en menos de cinco minutos tirándose casi de cabeza.⁣

Felipe era un niño “revoltoso”, totalmente diferente al joven que es ahora (tengan esperanza, no todos los niños terribles lo serán de adultos). Felipe en aquel entonces era un desafío.⁣

Aquella tarde tuve la idea de llevarlo conmigo para hacer la compra del mes a un hipermercado, esas cadenas grandes y conocidas.⁣

Desde que llegamos, Felipe saltaba, corría, y tiraba los productos de las góndolas. Yo intentaba encontrar lo que decía la lista, empujar el carrito y mientras tanto lo retaba reiteradamente. No obstante, mi desesperación iba en ascenso. Felipe parecía no hacer caso de mis pedidos y la situación se estaba poniendo cada vez más difícil, puedo recordar cómo me empezaba a subir la pimienta desde los pies a la cabeza….⁣

Mezcla de nerviosismo y vergüenza.⁣

Acto seguido lo agarró de ambos brazos y le digo:⁣
-¡¡¡Pará!!!- en voz alta, con tono de desesperación, casi a los gritos y con taquicardia.⁣

Y casi al instante escucho que detrás mío me llaman por mi nombre. Me doy vuelta y un señor me dice:⁣

-¡¿Laura Krochik?!⁣

Lo miro desencajada y me doy cuenta de que era un paciente. Y yo intentando que mi hijo no desarme el lugar del cual él era gerente.⁣

Nos saludamos, y mientras tanto, yo siendo tan madre también 🤪.⁣

¿Te pasó algo parecido alguna vez?⁣ Pasá por mis historias y dejame tu anécdota!

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